Alcanzar la Paz Interior y Quietud. A simple vista parece fácil de conseguir. Como todo en la vida, hay quien seguramente lo consiga de forma sencilla y a otros les cueste más de lo normal.
Es en este aspecto donde quiero hacer hincapié: ¿Cómo algo que parece conseguirse con tan sólo estar quieto, inmóvil, resulte tan difícil?
Desde mi experiencia, estamos sometidos a la búsqueda incesante de estar activos. Nos han inculcado la filosofía del “hay que hacer” y, es este punto, donde nos llegamos a perder.
A lo largo de mi experiencia he convivido con diversos seres humanos que, por seguir el ritmo que otros le marcaban como el “obvio”, se han perdido de una manera horrible, consiguiendo así el no tener el control de su vida.
Una vez me dijo una gran persona que yo era DIÉSEL. Que no podía tener el mismo ritmo que otras personas ya que “rompería el motor”, si seguía de esa manera.
Es cierto que, cuando lo escuchas por primera vez, te quedas perplejo.
Pero si cambias la perspectiva y, como siempre digo, te detienes y ves la realidad desde otro prisma, es más que probable que sientas, escuches o veas algún factor que te indique que el camino que estás llevando posiblemente haya que reajustarlo.
Otro aspecto que me ha ayudado a darme cuenta que volver a la calma es algo más que necesario en la vida es el haber practicado yoga, meditación y alguna otra actividad que me reconducía a la ansiada paz interior.
Aquí no sólo tengo la propia experiencia sino que también de las personas que han compartido conmigo estas actividades. Las conclusiones que se generaban eran siempre del mismo calado.
Para poder ir dando a ti mismo y al mundo lo mejor de ti (que lo tienes y mucho), es necesario que llegues a la QUIETUD o calma interior.
Te invitó a que te cuestiones qué sería necesario para poder encontrarte en calma total contigo mismo y para que tu radio interior estuviese en silencio.
Te propongo que elijas el momento del día que más te apetezca y que empieces por el tiempo que te permita tu mente estar en silencio. Haz del espacio y del momento TUYOS.
No es una carrera de velocidad, sino una carrera de fondo. Apunta, si te apetece, el tiempo de inicio y, recuerda, no es cuestión de forzar.
Si te lo aconsejo es para que te sirva de aliciente y así veas tu evolución. Te va a servir para saber qué es lo que te impide el estar contigo mismo.
¡Pruébalo, tan sólo son beneficios lo que te va a reportar!
Enhorabuena por seguir participando en este bello lugar llamado madre tierra. Me despido enviándote toda la fuerza del mundo. Gracias por leerme.

Juan María Caballero
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