La Mente Consciente o la Consciencia es un concepto que entendemos intuitivamente pero que es difícil, o imposible, de describir adecuadamente en palabras.
Proviene de la intuición, una manifestación más de la Fe. Todo absoluta-mente subjetivo, lo subjetivo proviene de la Creatividad, de Creer, volvemos a la Fe.
Ahora, reconocer la intuición puede ser una gran herramienta para tomar mejores decisiones. Libres de prejuicio y sin la carga emocional que por lo general tienen nuestras acciones.
Lo que sucede con la intuición es que no estamos acostumbrados a escucharla, mas a ella puedes entrenarla. El error en su uso está en que no le hacemos caso, sino que simplemente la dejamos pasar.
La intuición es la primera reacción o vibración que se nos viene a la cabeza cuando queremos tomar una decisión.
Nuestra educación ha sido dirigida para vivir desde la lógica mental, una herramienta que es muy importante para nosotros.
Sin embargo, existe una sabiduría que va más allá de eso, pura y libre de juicios a la que podemos acceder si así lo queremos.
La intuición no es mental, es sabiduría que viene desde otra parte de nuestra existencia.
La intuición es el cuerpo hablando, aunque podría manifestarse a través del primer sentimiento que surge luego de la propuesta de una idea.
También, la intuición es la voz del corazón, la emoción que sentimos al percibir una situación.
La intuición es el primer chispazo que se nos viene a la cabeza cuando queremos tomar una decisión. Es tener certeza más que conocimiento sobre algo más allá de la lógica mental.
Casi siempre basado en la experiencia. Puedes, a través de la práctica, despertarla y desarrollarla.
Los gurús en economía, en la moda, en el deporte, la tienen como don, se abre sólo para lo bueno, con buena voluntad. Te guía al éxito, es una confianza en ti, y se potencializa con la auto-estima.
El todo es Fe, Confía en Ti…
“Cuando Confías puedes convertir el temor en alegría, la frustración en realización. Cuando Confías puedes convertir lo temporal en eterno. Y cuando Confías puedes llevarte más allá de las limitaciones hacia lo ilimitado.”
El factor funda-mental es que ocurre sólo por unas milésimas de segundos antes de que la máquina mental empiece a funcionar. Y comience todo el proceso lógico al que estamos acostumbrados.
Por eso, para acceder a ella, debemos aprender a acallar la mente, o al menos controlarla.
Del mismo modo que es necesario tener consciencia de nuestras emociones y de nuestro cuerpo en el momento en que queramos usarla.
La intuición es sabiduría a la que podemos acceder, que está fuera del tiempo y el espacio en el que vivimos.
Es contacto espiritual con nuestra esencia y la posibilidad de actuar desde ahí, pero sin ser impulsivos.
La intuición funciona de distintas formas en distintas personas y cada uno debe aprender a reconocer cuál es la forma en que se manifiesta. Esto se logra con Auto-Conocimiento.
Así se conectan las emociones a través de la intuición y la conciencia.
En el terreno de la mente, se puede decir que consciencia o mente consciente es el estado subjetivo de apercibir algo. Sea dentro o fuera de nosotros mismos.
Por tanto, ya enlazando los conceptos, Consciencia significa experiencia subjetiva, o sea, lo opuesto a objetividad.
La consciencia o mente consciente tiene contenidos pero, aunque pueda tener una enorme variedad de contenidos, no puede tener muchos al mismo tiempo.
La consciencia no es un fenómeno pasivo como respuesta a estímulos. Sino un proceso activo de interpretación y construcción de datos externos y de la memoria relacionándolos entre sí.
Se ha equiparado la consciencia o mente consciente a la vigilia. Pero estar despierto no es lo mismo que ser consciente de algo en el sentido de apercibirse de algo.
Los actos voluntarios y la toma de decisiones son aspectos importantes de la experiencia consciente.
Uno de los significados más comunes de consciencia es que es un sistema de control ejecutivo que supervisa y coordina las actividades del organismo.
Para el profesor de psicología de la Universidad de Princeton, Philip Johnson-Laird:
“El cerebro es un sistema organizado jerárquicamente que procesa información en paralelo. Y cuyo nivel más alto que controla la conducta corresponde a la consciencia, aunque interacciona con varios sub-sistemas inconscientes”.
Se considera a la consciencia o mente consciente íntimamente relacionada con la memoria operativa, la atención y el procesamiento controlado.
La memoria operativa es importante para la solución de problemas, la toma de decisiones y la iniciación de la acción.
La relación con la atención es clara: Prestar atención a algo es ser consciente de ese algo = Concentración.
También se ha considerado la consciencia como sinónimo de auto-consciencia.
Pero, como se puede ser consciente de muchas cosas que no son la propia persona, hoy se estima que la auto-consciencia es una forma especial de la consciencia.
La consciencia está siempre acompañada de apercepción, pero la apercepción no tiene por qué estar acompañada por consciencia.
Se pueden distinguir dos tipos de consciencia: la consciencia primaria y la consciencia reflexiva.
La consciencia primaria, que es la experiencia directa de percepciones, sensaciones, pensamientos y contenidos de la memoria, así como imágenes, ensueños y sueños diurnos.
La consciencia reflexiva, es la experiencia consciente per-se.
Este tipo de consciencia es necesaria para la auto-consciencia. Que implica darse cuenta de ser un individuo único, separado de los demás, con una historia y un futuro personales.
La consciencia reflexiva incluye el proceso de integración, o sea, de observar la propia mente y sus funciones.
Aceptar que se maneja información y las lecciones que hemos desarrollado por esa vía de aprendizaje.
La experiencia consciente en el ser humano adulto normal implica tanto la consciencia primaria como la consciencia reflexiva.
Características de la Consciencia
William James, padre de la psicología norteamericana, en sus Principios de Psicología describió cinco características de alto nivel de la consciencia que aún siguen vigentes. Son las siguientes:
1) Subjetividad:
Todos los pensamientos son subjetivos, pertenecen a un individuo y son sólo conocidos por ese individuo
2) Cambio:
Dentro de la consciencia de cada persona, el pensamiento está siempre cambiando
3) Intencionalidad:
La consciencia es siempre de algo, apunta siempre a algo
4) Continuidad:
James utilizó siempre la expresión “curso de la consciencia” para dar a entender que la consciencia parece ser siempre algo continuo
5) Selectividad:
Aquí James se refirió a la presencia de la atención selectiva, o sea que en cada momento somos conscientes de sólo una parte de todos los estímulos.
A pesar de la enorme variedad de percepciones y pensamientos de naturaleza siempre cambiante, tenemos la impresión de que nuestra consciencia es algo unificado y continuo.
Esta sensación de unidad de la consciencia algunos autores la consideran una ilusión.
James pensaba también que la consciencia tiene que haber tenido un propósito evolutivo, por lo que trataba la consciencia como una función y no como una entidad.
El Paso Trascendental del Individuo a la Sociedad
La Física Cuántica nos describe cada vez más el Universo como un gran holograma (totalidad) compuesto de multitud de diminutos hologramas (pequeñas totalidades), donde cada una de sus partes refleja y contiene al resto del conjunto, hallándose todas ellas estrechamente relacionadas.
Jan Christian Smuts (1870-1950), quien en 1926 publicó Holismo y evolución, nos dice:
«Cualquier mirada permitirá apreciar que el mundo está hecho de conjuntos», explicándonos que estos a su vez están contenidos dentro de otros conjuntos mayores, y así sucesivamente hasta configurar el cosmos, término de origen griego cuyo significado etimológico es «gran orden», un proceso vital de despliegue constante, dinámico y creativo, que la ciencia actual llama evolución y que los sabios antiguos llamaban «emanación divina».
Esto significa que en cada una de las partes del cosmos se halla contenida la información completa de todo el conjunto, como ocurre precisamente con las neuronas del cerebro.
Los científicos coinciden cada vez más en que nuestra mente posee también una estructura holográfica, con lo cual es fácil deducir que el llamado «pensamiento holístico» es un proceso mental inherente a su propia naturaleza, y no algo artificial o ajeno a ella.
El término «holográfico» u «holístico», proviene del griego holos, que significa entero, completo, global, íntegro, «total».
La holística se refiere a la forma de ver las cosas enteras, en su totalidad, apreciando simultáneamente tanto las particularidades y los procesos individuales, como las generalidades y procesos que devienen de la interacción mutua entre los distintos elementos que componen esa unidad a estudiar.
Esta tendencia unificadora e integradora está orientada hacia la comprensión de los fenómenos que afectan tanto al individuo y a las sociedades, como a todo el planeta, desde la óptica de la unificación, la totalidad y la integración.
Si aceptamos que los procesos de la conciencia humana siguen un modelo holográfico, ya que en ella se halla inmanente la información de todo el cosmos, es fácil entender entonces el verdadero sentido que los griegos daban a ese axioma de la filosofía tradicional que permanecía inscrito en el frontispicio del templo de Delfos, que decía:
«¡Oh hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses!».
Para poder integrarse plena y conscientemente en este Universo holográfico es necesario desarrollarse a sí mismo en base a los niveles del pensamiento holístico, los que nos identifican los tipos de consciencia en que nos desenvolvemos.
Según la holística, son tres los tipos de Consciencia: La Consciencia Individual, La Consciencia Grupal o Social y La Consciencia Universal.
Conciencia Individual viene a definirse como la conciencia que una persona tiene de sí misma y de cómo el entorno pueda perjudicarla o afectarla.
Aquella en la cual el ser existe como ser inteligente con una individualidad propia y que tiene el manejo de energía, el manejo de facultades y de todo lo que al ser humano se refiere como unidad individual con sus valores que lo hacen un ejemplar único.
Lo Comprende, lo asimila y lo maneja Consciente-mente.
Manifestación de la Consciencia:
1 – En forma subconsciente
En la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones que el ser experimentó en su pasado y las cuales le aportan una serie de principios y conocimientos que van a fortalecerlo en un estado de conciencia de un determinado momento.
2 – Una forma consciente
En la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones del momento presente que estamos viviendo.
3 – Una forma supra-consiente
En la cual se manifiesta esa energía que vitaliza al ser humano, que lo hace superarse y desarrollarse, llevándolo algún día a la perfección misma.
La conciencia es la única propiedad del ser humano, ya que es por su propia experiencia, cómo la va desarrollando y la cual jamás podrá borrarse, destruirse, ni seria robada, ni quitada por nadie.
Es así como, por medio del trabajo consciente, constante y de la misma contemplación, el ser humano se va enfocando en un estado de conciencia determinado.
A diferencia La conciencia Grupal o Social es Creada, en consecuencia de que el ser individual con su conciencia individual forma parte integral de un grupo mayor.
Ya sea familiar, laboral, social, cultural, religioso, nacional y cuya conciencia es la sumatoria de todas estas conciencias individuales con sus respectivas limitaciones y superaciones.
Las cuales emiten sus respectivas vibraciones creando esa atmósfera, esa vivencia que nos llega a todos y la cual en un momento dado puede afectar el grupo.
La conciencia social es el reflejo en la mente humana de la estructura y desarrollo de la sociedad.
Bajo este amplio concepto se cobija una gran diversidad de fenómenos, pero es fundamental diferenciarlos como un todo esencialmente diferente a la noción de ser social.
Para poder demostrar que en la interacción dialéctica entre conciencia social y realidad social, la primera tiene un carácter secundario y dependiente con respecto a la segunda.
La conciencia social no solamente está compuesta de los aspectos que de una manera evidente reflejan el mundo social.
Como las ideologías políticas, las ciencias sociales y las concepciones jurídicas, sino también de la moral, la religión y la filosofía.
Más aun, las ciencias naturales en la medida en que el hombre inevitablemente se auto refleja en su lucha para comprender y dominar a la naturaleza, forman parte en esa misma medida de la conciencia social.
La conciencia social está determinada en última instancia por la estructura económica. La conciencia Universal.
La cardióloga Thérése Brosse (1902-1991), en la presentación de su obra “Conciencia-Energía” en la que recogía las bases científicas del Holismo.
Hablaba entonces, de la Conciencia Universal como el último paradigma admitido en la ciencia y de la irreductibilidad de la teoría, tras los últimos descubrimientos en el campo de la micro-física.
Cuando hablamos de la Conciencia Universal nos referimos a un nombre identificativo a lo que muchas personas llaman ABSOLUTO, DIOS, KARMA, UNIVERSO…
Y cantidad innumerable de definiciones según la religión, la zona geográfica, las creencias y las distintas corrientes filosóficas con las que nos identificamos las personas.
Incluso la nada, lo inerte, lo inexistente, etc. son nombres que los ateos, agnósticos y escépticos suelen utilizar para referirse en lo que ellos creen.
El todo se basa en nuestro sistema de creencias, es a lo que se le da poder, la fe y su manifestación en el plano en que nos movemos proviene directamente de lo que creemos.
Es el gran poder otorgado al ser y mal utilizado, manipulado.
La fe y la confianza en sí mismo provienen de la voluntad, marca la diferencia en toda experiencia propia o asimilada desde el dualismo de víctima o protagonista.
La esencia real de aprendizaje esta en aceptar el hecho de que tenemos el poder de decidir qué tipo de experiencia queremos en nuestra existencia.
Tenemos el poder de decir sí o no.
Y todo resultado es directamente proporcional a nuestra autoestima, la fe en nosotros mismos, es lo que está en mayor riesgo en la experiencia de vida.
El ser está capacitado para elegir la calidad de las experiencias de las que quiere aprender, tú tienes decisión de hacer de ella sufrimiento o conocimiento.
“El Todo es la realidad sustancial que hay detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los términos de universo material, fenómeno de la vida, materia, energía, etc. Todo lo que es sensible a nuestros sentidos materiales es ESPÍRITU, que en sí mismo es incognoscible. Pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente.”

Autora: Nordyl Núñez Alvarez
Libros: “Consciente-mente”; “El todo es Amor”; “Recopilaciones para una Mente Constructiva”; “Programación Consciente para Ser Libre de la Mente”