Te damos la bienvenida al Día 15 de este Tratamiento Metafísico para la Salud. ¡Deseamos que lo disfrutes a pleno!
Introducción: Decretos y Afirmaciones Positivas
Lee en voz alta, entre 1 a 3 veces por día.
¡Yo (mi nombre y apellido) gozo de Excelente Salud y Soy Feliz!
¡Disfruto de una Salud Perfecta y vivo en constante Bienestar!
¡Creo Paz en mi Espíritu, Claridad en mi Mente y Salud en mi Cuerpo!
¡La Salud Perfecta es el estado natural de mi Ser!
¡Estoy rodeado de personas Saludables y Felices!
¡Estoy Feliz y Sano! ¡Vivo Feliz y plenamente!
¡La Vida sólo me pide Ser Feliz! Por eso…
¡Soy Muy Feliz, Aquí y Ahora!
¡Gracias, gracias, gracias!¡Yo (mi nombre y apellido) gozo de Excelente Salud y Soy Feliz!
Lecturas del Día
El trabajo cotidiano: aprendiendo como niños otra vez
Decreta:
“Disfruto al practicar mis nuevas habilidades mentales.”
Si abandonaran la primera vez que se caen, los niños jamás aprenderían a caminar.
Como con cualquier otra cosa nueva que aprendes, necesitas practicar para incorporar todo esto a tu vida.
Primero hace falta mucha concentración, y hay quien piensa que esto lo convierte en un “trabajo duro”. Pero no lo consideres así, sino más bien como algo nuevo que hay que aprender.
El proceso de aprendizaje es siempre el mismo, no importa lo que se aprenda; tanto da que sea conducir un vehículo, escribir en un teclado, jugar al tenis o pensar de manera positiva.
Primero andamos a tientas y a tropezones mientras nuestro subconsciente aprende, ensayando y fallando, y sin embargo cada vez que volvemos a practicar se nos hace más fácil y nos sale un poco mejor.
Claro que nadie lo hará “perfectamente” el primer día; hará lo que pueda, y eso, para empezar, ya está bien.
No olvides decirte con frecuencia: “Estoy haciéndolo lo mejor que puedo”.
Refuerza tu aprendizaje
Cuantas más maneras encuentres de reforzar el aprendizaje, mejor. Te sugerimos:
- Expresa gratitud.
- Escribe afirmaciones.
- Practica meditación.
- Disfruta al ejercitarte.
- Mejora tu nutrición.
- Expresa afirmaciones en voz alta.
- Canta tus afirmaciones.
- Tómate tiempo para ejercicios de relajación.
- Usa visualizaciones e imágenes mentales.
- Lee y estudia.
¿Cómo empiezas tu día?
¿Qué es lo primero que dices por la mañana cuando te despiertas?
Todos tenemos algo que nos decimos prácticamente cada día. ¿Es positivo o negativo?
Reflexiona sobre esto y elige qué quieres decirte al iniciar cada día.
La meditación
Todos los días, concédete unos minutos para meditar en paz. Si no tienes la costumbre de hacerlo, empieza con cinco minutos y ve subiendo gradualmente hasta llegar hasta 15 o 20 minutos.
Siéntate en silencio a observar tu propia respiración y deja que los pensamientos pasen tranquilamente por tu mente.
No les des importancia y se irán. La naturaleza de la mente es pensar, de modo que no trates de liberarte de los pensamientos.
Otra forma de meditar: siéntate a observar cómo va y viene en nuestro cuerpo la respiración. Al inhalar cuenta uno, al exhalar cuenta dos, al inhalar cuenta tres, al exhalar cuenta cuatro… Sigue contando hasta llegar a diez, y vuelve a empezar por uno.
Si descubres que tu mente está haciendo la lista de la compra, vuelve a empezar por uno. Si te encuentras con que has seguido contando hasta veinticinco, vuelve a empezar por uno.
Ejercicio
Las afirmaciones diarias
Toma un par de afirmaciones y escríbelas de 10 a 20 veces por día.
Léales en voz alta, con entusiasmo. Inventa una canción con ellas, y cántala con alegría. Deja que tu mente se concentre durante todo el día en estas afirmaciones.
Las afirmaciones que se usan en forma constante se convierten en creencias, y siempre producirán resultados, a veces de manera que no podemos ni siquiera imaginar.
Cierre: Tratamiento de Sanación Interior
Relee este tratamiento varias veces por día.
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
Yo me mantengo, y la vida me mantiene.
A mi alrededor veo pruebas de la Ley que opera en todos los aspectos de mi vida.
Refuerzo todo lo que aprendo con convicción y júbilo.
Mis días se inician con gratitud y alegría.
Con entusiasmo me anticipo a las aventuras del día, porque sé que en mi vida “todo es bueno”.
Amo y acepto lo que soy y lo que hago.
Soy la viviente, enamorada y jubilosa expresión de la vida.
Todo está bien en mi mundo.