Te damos la bienvenida al Día 10 de este Tratamiento Metafísico para la Salud. ¡Deseamos que lo disfrutes a pleno!
Introducción: Decretos y Afirmaciones Positivas
Lee en voz alta, entre 1 a 3 veces por día.
¡Yo (mi nombre y apellido) gozo de Excelente Salud y Soy Feliz!
¡Disfruto de una Salud Perfecta y vivo en constante Bienestar!
¡Creo Paz en mi Espíritu, Claridad en mi Mente y Salud en mi Cuerpo!
¡La Salud Perfecta es el estado natural de mi Ser!
¡Estoy rodeado de personas Saludables y Felices!
¡Estoy Feliz y Sano! ¡Vivo Feliz y plenamente!
¡La Vida sólo me pide Ser Feliz! Por eso…
¡Soy Muy Feliz, Aquí y Ahora!
¡Gracias, gracias, gracias!
Lecturas del Día
La descarga física
En ocasiones necesitamos una descarga física para aflojarnos. Las experiencias y las emociones pueden quedar aprisionadas en el cuerpo.
Vociferar en el interior del coche, con todas las ventanillas cerradas, puede ser una excelente descarga si hemos estado sofocando nuestra expresión verbal.
Aporrear la cama o patear cojines es una manera inofensiva de liberar la furia contenida, como lo es jugar al tenis o correr.
Dejarse inmovilizar por el pasado
Muchas personas no pueden disfrutar del día de hoy a causa de algo que sucedió en el pasado.
- Como antes no hicieron algo, o no lo hicieron de cierta manera, no pueden vivir plenamente ahora.
- Como ya no tienen algo que tuvieron, no pueden disfrutar del presente.
- Porque en el pasado alguien los hirió, ahora no quieren aceptar el amor.
- Como una vez que se comportaron de cierta manera les sucedió algo desagradable, están seguros de que volverá a sucederles si actúan de ese modo.
- Porque una vez hicieron algo de lo cual se arrepintieron, se consideran para siempre malas personas.
- Alguien les hizo una mala pasada en una ocasión, y ahora están seguros de que su vida no es lo que ellos quisieran por culpa de aquella persona.
- Porque en el pasado una situación los indignó, ahora se aferran virtuosamente a aquella indignación.
- Debido a alguna antigua experiencia en que se sintieron maltratados, jamás han querido perdonar ni olvidar.
- Porque no me invitaron a la fiesta de fin de curso, hoy no puedo disfrutar de la vida.
- Porque en mi primera prueba de selección no tuve éxito, ahora todas las pruebas me aterrorizan.
- Porque estoy divorciado, no puedo llevar una vida plena.
- Porque mi primera relación amorosa terminó, me he cerrado para siempre al amor.
- Porque en una ocasión me dijeron algo hiriente, jamás volveré a confiar en nadie.
- Porque una vez robé algo, debo autocastigarme siempre.
- Porque de niño fui pobre, jamás llegaré a ninguna parte.
Lo que muchas veces nos negamos a reconocer es que aferramos al pasado, haya sido lo que haya sido y por más terrible que fuera, sólo sirve para hacernos daño.
A “ellos” en realidad no les importa, y por lo común, ni siquiera se dan cuenta.
Si nos negamos a vivir plenamente el momento presente, sólo nos hacemos daño a nosotros mismos.
El pasado pasó, pertenece al ayer y no es posible cambiarlo. Este momento es el único en que podemos vivir.
Hasta cuando nos quejamos del pasado, nuestro recuerdo de él se da en el presente, y en el proceso nos estamos perdiendo la verdadera vivencia de este momento.
Ejercicio
Renunciamiento
Haz una lista de todas las cosas de las que estás dispuesto a “soltarte”.
- ¿Estás realmente dispuesto a hacerlo? Fíjese en tus reacciones.
- ¿Qué tendrás que hacer para desprenderte de esas cosas?
- ¿Hasta qué punto estás dispuesto a hacer eso?
- ¿Qué nivel alcanza tu resistencia a cambiar?
Liberemos la mente del pasado, renunciando al apego emocional que sentimos por él. Dejemos que los recuerdos no sean más que recuerdos.
Si uno vuelve a pensar en la ropa que solía usar cuando estaba en tercer grado, eso no tiene por lo general ninguna connotación emocional; no es más que un recuerdo.
Lo mismo puede ocurrir con todos los sucesos pasados de la vida. A medida que los desnudamos de su carga afectiva, adquirimos mayor libertad de valernos de todo nuestro poder mental para disfrutar de este momento y crear nuestro futuro.
Cierre: Tratamiento de Sanación Interior
Relee este tratamiento varias veces por día.
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
El cambio es la ley natural de mi vida, y al cambio doy la bienvenida.
Me dispongo a cambiar y decido modificar mi manera de pensar.
Decido cambiar las palabras que uso.
De lo viejo a lo nuevo, avanzo con júbilo y soltura.
Perdonar es, para mí, más fácil de lo que pensaba.
Perdonar hace que me sienta libre y sin cargas.
Con júbilo aprendo a amarme cada vez más.
Cuanto más me libero del resentimiento, tanto más amor tengo para expresar.
El cambio de mis pensamientos hace que me sienta una buena persona.
Estoy aprendiendo a convertir el día de hoy en un placer.
Todo está bien en mi mundo.