Te damos la bienvenida al Día 34 de este Tratamiento Metafísico para la Prosperidad. ¡Deseamos que lo disfrutes a pleno!
Introducción: Decretos y Afirmaciones Positivas
Iniciamos este Día 34 del Tratamiento Metafísico para la Prosperidad Declarando las siguientes afirmaciones positivas…
Transcríbelo en un cuaderno propio a primera hora del día.
Yo (mi nombre y apellido) abro mi mente a la Prosperidad. Mi prosperidad depende únicamente del Universo en mí.
Yo (mi nombre y apellido) no dependo de ninguna persona, ni de ningún evento fuera de mí para mi Prosperidad.
Todas las personas están en mi vida para hacerme prosperar y Yo (mi nombre y apellido) las bendigo.
Pero yo (mi nombre y apellido) reconozco que ninguna de ellas es mi fuente de Prosperidad. Mi única Fuente de Prosperidad es el Universo en mí.
La Abundancia del Universo en mí se mueve, fluye a través de mí Aquí y Ahora haciéndome prosperar interna y externamente.
Yo (mi nombre y apellido) soy el Hijo rico y afortunado de un Rico Universo y me permito a mí mismo prosperar entregando, al Universo en mí, mi miedo a ser una persona exitosa y con mucho dinero.
Yo (mi nombre y apellido) quiero sanar mi mente de todo pensamiento de limitación o escasez.
Mi ingreso en forma de dinero no puede ser limitado por nada ni por nadie. Nada ni nadie puede quitarme la Paz Universal.
Porque Yo (mi nombre y apellido) solamente dependo del Amor Universal en mí que me libera Aquí y Ahora de toda limitación y escasez de dinero.
Yo (mi nombre y apellido) soy definitivo y preciso con el Universo sobre mi Prosperidad para que el Universo sea definitivo y preciso en manifestarla para mí.
Grandes cantidades de dinero me llegan, Aquí y Ahora, y mis asuntos financieros se resuelven.
Lectura del Día
¡En el Día 34 de este Tratamiento Metafísico para la Prosperidad te seguiremos contando sobre la Planificación Organizada, el sexto paso hacia la Riqueza!
El 6o Paso hacia la Riqueza: la Planificación Organizada, Parte II
Cómo Conseguir el Cargo que Deseas
Todos disfrutamos haciendo el tipo de trabajo para el cual nos sentimos más adecuados.
A un pintor le encanta trabajar con pintura, a un artesano con las manos, y a un escritor le gusta escribir.
Aquellos con menos talentos específicos tienen sus preferencias por ciertos campos del comercio y de la industria.
PRIMERO:
Decide exactamente qué trabajo quieres. Si es un trabajo que aún no existe, quizá tú puedes crearlo.
SEGUNDO:
Escoge la empresa o la persona para la que quieres trabajar.
TERCERO:
Estudia a tu posible patrono en lo que se refiere a sus políticas comerciales y de personal, y a las probabilidades de ascenso.
CUARTO:
Analízate y analiza tus talentos y capacidades para precisar qué puedes ofrecer, y organiza maneras y medios para presentar las ventajas, servicios, planes e ideas siempre que tú creas estar en condiciones de ofrecer con éxito.
QUINTO:
Olvídate de «un trabajo». Olvídate de si hay o no una oportunidad. Y olvídate de la rutina habitual del «¿Tiene trabajo para mí?». Concéntrate en lo que puedas dar.
SEXTO:
Una vez que tengas mentalmente claro tu plan, busca una persona que sea capaz de ponerlo por escrito, en forma detallada.
SÉPTIMO:
Preséntaselo a la persona con la autoridad necesaria y deja que se ocupe del resto.
Todas las compañías andan en busca de personas que puedan ofrecerles algo de valor, ya sean ideas, servicios o «contactos».
Todas las empresas tienen lugar para la gente que dispone de un plan de acción definido que represente una ventaja para la compañía.
Este plan de acción puede llevarte unos días o unas semanas más de tiempo, pero la diferencia en ingresos, en ascensos y en obtención de reconocimiento te ahorrará años de trabajo duro y salario escaso.
Tienes muchas ventajas; la principal es que te evitarás de uno a cinco años de espera para alcanzar el objetivo que te hayas propuesto.
Toda persona que comienza, o que «se mete» en medio de la escala del éxito, ha necesitado, para conseguirlo, una planificación deliberada y cuidadosa.
¿Cuál es tu calificación de CCE?
Las causas del éxito en la comercialización efectiva y permanente de los servicios se han descrito con toda claridad.
A menos que estudie, analice, entienda y aplique estas causas, nadie puede comercializar sus servicios de manera eficaz y permanente. Cada persona debe ser su propia vendedora de servicios personales.
La calidad y la cantidad de los servicios prestados, y el espíritu del que los presta, determinan en gran medida la remuneración y la duración del empleo.
Para comercializar eficazmente los servicios personales (lo cual significa un mercado permanente, a un precio satisfactorio y en condiciones agradables), uno debe adoptar y seguir la fórmula «CCE», que significa que la Calidad, más la Cantidad, más el adecuado Espíritu de cooperación, dan como resultado una perfecta venta de servicios.
Recuerda la fórmula «CCE», pero haz algo más: ¡aplícala siempre! Vamos a analizar la fórmula para asegurarnos de que entendemos exactamente lo que significa.
1. La calidad del servicio…
… debe ser entendida en el sentido de realizar cada detalle que se relacione con tu cargo de la manera más eficiente posible, teniendo siempre presente como objetivo una mayor eficacia.
2. La cantidad del servicio…
… se ha de entender en el sentido del hábito de prestar la totalidad del servicio del cual tú eres capaz, en todo momento, con el propósito de incrementar la cantidad de servicios prestados a medida que tu habilidad aumente con la práctica y la experiencia.
Volvemos a insistir en la palabra hábito.
3. El espíritu de servicio…
… se ha de entender en el sentido de hábito de una conducta agradable y armoniosa que induzca a la cooperación de asociados y demás empleados.
Adecuar la calidad y la cantidad del servicio no basta para mantener un mercado permanente para tus servicios.
La conducta, o el espíritu con que prestes el servicio, es un fuerte factor de determinación relacionado tanto con la remuneración que recibes como con la duración del empleo.
La importancia de una personalidad agradable se destaca porque es un factor que le permite a uno prestar servicios con el espíritu adecuado.
Si uno tiene una personalidad que agrada, y presta sus servicios en espíritu de armonía, éstas son ventajas que suelen compensar deficiencias tanto en la calidad como en la cantidad del servicio ofrecido.
Nada, sin embargo, puede sustituir con éxito a una conducta agradable.
¿Conoces tu Propio Valor?
Uno de los consejos más antiguos es el de «Conócete a ti mismo».
Si comercializas una mercancía con éxito, debes saber qué es lo que vendes, y lo mismo vale cuando se trata de comercializar servicios personales.
Debes conocer todas tus debilidades para poder superarlas o eliminarlas por completo.
Haz de conocer tu fuerza para poder llamar la atención sobre ella cuando vendas tus servicios. Y sólo puedes llegar a conocerte mediante un análisis preciso.
Antes de empezar siquiera a negociar un aumento de salario en el empleo que tienes ya, o de buscar trabajo en otra parte, asegúrate de que vales más de lo que te pagan en la actualidad.
Una cosa es querer más dinero – eso todo el mundo lo quiere -, y otra muy diferente valer más.
Muchas personas confunden sus deseos con sus merecimientos. Sus necesidades o exigencias financieras no tienen nada que ver con su valor.
Eso lo establece exclusivamente su capacidad para prestar servicios útiles o para inducir a otros a que los presten.

Ejercicio
En el ejercicio de este Día 34 del Tratamiento Metafísico para la Prosperidad harás un inventario de ti mismo.
Haz un Inventario de Ti Mismo
Un autoanálisis anual es esencial para la eficaz comercialización de servicios personales, tanto como los inventarios anuales en los negocios.
Además, los análisis anuales deberían revelar una disminución de los fallos y un incremento de las virtudes.
En la vida, uno avanza, se estanca o retrocede. Un autoanálisis anual te hará ver si has avanzado, y en qué medida lo has hecho.
También revelará si has retrocedido en algo. La comercialización eficaz de los servicios personales le exige a uno mantenerse en marcha, aun cuando el progreso sea lento.
Puedes efectuar tu autoanálisis a fin de año, para que incluya en tus resoluciones de Año Nuevo cualquier mejora que el análisis aconseje introducir.
Sin importar la época del año, hagamos ahora tu propio inventario. Hazte las preguntas siguientes y comprueba las respuestas con ayuda de alguien que no te permita autoengañarte en lo referente a tu exactitud.
Cuestionario de Autoanálisis para el Inventario Personal
1. ¿He alcanzado el objetivo que me había propuesto como meta este año? (Debes trabajar para alcanzar un objetivo anual definido como parte de tu objetivo principal en la vida.)
2. ¿He ofrecido mis servicios con calidad y de acuerdo con mi nivel, o hubiera podido mejorarlos de alguna manera?
3. ¿He trabajado todo lo que yo era capaz?
4. ¿Ha sido siempre armonioso y cooperativo el espíritu de mi conducta?
5. ¿He permitido que el hábito de la postergación disminuyera mi eficiencia? En caso afirmativo, ¿en qué medida?
6. ¿He mejorado mi personalidad? En caso afirmativo, ¿de qué manera?
7. ¿He sido constante en seguir mis planes hasta el final?
8. ¿He tomado mis decisiones rápida y definidamente en todas las ocasiones?
9. ¿He permitido que uno de los seis miedos básicos, o más, disminuyera mí eficiencia?
10. ¿He demostrado excesiva cautela o, por el contrario, he sido atrevido?
11. Mi relación con mis compañeros de trabajo, ¿ha sido agradable o desagradable? Si fue desagradable, ¿la culpa ha sido mía o sólo en parte?
12. ¿He disipado mi energía por falta de concentración en el esfuerzo?
13. ¿He mantenido una mentalidad abierta y tolerante en todo momento?
14. ¿De qué manera he mejorado mi capacidad de trabajo?
15. ¿He dejado de ser moderado en alguno de mis hábitos?
16. ¿He expresado abierta o secretamente alguna forma de egotismo?
17. Mi conducta con mis colaboradores, ¿los ha inducido a respetarme?
18. Mis opiniones y decisiones, ¿se han basado en conjeturas, o en la precisión de mi análisis y de mis ideas?
19. ¿He seguido el hábito de administrar mi tiempo, mis gastos y mis ingresos de manera conservadora?
20. ¿Cuánto tiempo que podría haber aprovechado mejor he dedicado a esfuerzos improductivos?
21. ¿Cómo puedo reordenar mi tiempo y modificar mis hábitos para ser más eficiente el próximo año?
22. ¿Me reconozco culpable de alguna conducta que mi conciencia no apruebe?
23. ¿Hasta qué punto he trabajado más y mejor de lo que mi paga me impone?
24. ¿Me he mostrado injusto con alguien? Si es así, ¿de qué manera?
25. Si hubiera sido yo el comprador de mis propios servicios de este año que termina, ¿estaría satisfecho?
26. ¿Estoy en el trabajo que me gusta? Si no es así, ¿por qué no?
27. El que compra mis servicios, ¿ha estado satisfecho? Si no es así, ¿por qué no?
28. ¿Cuál es mi evaluación actual en los principios fundamentales del éxito? (Evalúate justa y francamente, y haz que te la coteje alguien que tenga el valor de hacerlo con precisión.)
Tras haber leído y asimilado la información aportada en este capítulo, estás en condiciones de hacerte un plan práctico para comercializar tus servicios personales.
Reflexiona sobre todas tus respuestas y extrae conclusiones acerca de lo que vas encaminado y en qué áreas podrías mejorar.
¡Si te encuentras trabajando junto a un grupo, comparte tus reflexiones al respecto!
Cierre: “Creando Abundancia”, Reto de Meditación de 21 Días por Deepak Chopra – Día 13
Dedica poco menos de 30’ de tu día a esta Meditación para la Abundancia. Puedes repetirla a la noche, antes de irte a dormir, y a la mañana, luego de despertarte.