Te damos la bienvenida al Día 21 de este Tratamiento Metafísico para la Salud, el último. ¡Deseamos que lo disfrutes a pleno!
Introducción: Decretos y Afirmaciones Positivas
Comenzamos el Día 21 del Tratamiento Metafísico para la Salud con Afirmaciones Positivas y Decretos.
Lee en voz alta, entre 1 a 3 veces por día.
¡Yo (mi nombre y apellido) gozo de Excelente Salud y Soy Feliz!
¡Disfruto de una Salud Perfecta y vivo en constante Bienestar!
¡Creo Paz en mi Espíritu, Claridad en mi Mente y Salud en mi Cuerpo!
¡La Salud Perfecta es el estado natural de mi Ser!
¡Estoy rodeado de personas Saludables y Felices!
¡Estoy Feliz y Sano! ¡Vivo Feliz y plenamente!
¡La Vida sólo me pide Ser Feliz! Por eso…
¡Soy Muy Feliz, Aquí y Ahora!
¡Gracias, gracias, gracias!
Lectura del Día
En la Lectura de este Día 21 del Tratamiento Metafísico para la Salud seguiremos explorando nuestro cuerpo, ahora veremos la piel y problemas de salud generales.
La piel
Representa nuestra individualidad, y los problemas dérmicos suelen significar que de algún modo la sentimos amenazada.
Tememos que otros tengan poder sobre nosotros.
Nos sentimos despellejados vivos, le arrancamos a alguien la piel a tiras, tenemos afinidades o rechazos de piel, decimos que un niño es de la piel de Barrabás, andamos con los nervios a flor de piel.
Una de las maneras más rápidas de curar los problemas de piel es nutrirse uno a sí mismo repitiendo mentalmente, varios centenares de veces por día: “Me apruebo…”.
Así recuperamos nuestro propio poder.
Los accidentes
No son accidentales. Como todo lo demás que hay en nuestra vida, nosotros los creamos.
No se trata de que nos digamos que queremos tener un accidente, sino de que nuestros modelos mentales pueden atraer hacia nosotros un accidente.
Parece que algunas personas fueran “propensas a los accidentes”, en tanto que otras andan por la vida sin hacerse jamás un rasguño.
Los accidentes son expresiones de cólera, que indican una acumulación de frustraciones en alguien que no se siente libre para expresarse o para hacerse valer.
Indican también rebelión contra la autoridad. Nos enfurecemos tanto que queremos golpear a alguien y, en cambio, los golpeados somos nosotros.
Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos, un accidente es una forma estupenda de conseguirlo.
Puede que nos resulte difícil creerlo, pero los accidentes los provocamos nosotros; no somos víctimas desvalidas de un capricho del destino.
Un accidente nos permite recurrir a otros para que se compadezcan y nos ayuden al mismo tiempo que curan y atienden nuestras heridas.
Con frecuencia también tenemos que hacer reposo en cama, a veces durante largo tiempo, y soportar el dolor.
El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de la vida en que nos sentimos culpables.
El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo debíamos estar sentenciados.
La Anorexia y la bulimia
Ambas, expresan una negación de la propia vida, y son una forma extrema de odio hacia uno mismo.
La comida es alimento en el nivel más básico. ¿Por qué habrías de negarte el alimento? ¿Por qué quieres morir? ¿Qué pasa en tu vida, que sea tan terrible como para que quieras abandonarla?
Cuando te odias a ti mismo, en realidad odias una idea que tienes de ti mismo. Y las ideas se pueden cambiar.
¿Qué hay en ti que sea tan terrible? ¿Te criaste en una familia que criticaba continuamente tu comportamiento? ¿O eran tus maestros quienes te criticaban?
Con demasiada frecuencia procuramos hallar razones “comprensibles” que nos digan por qué no nos quieren ni nos aceptan tal como somos.
“Gracias” a la obsesión de la industria de la moda con la esbeltez, muchas mujeres que se repiten continuamente a sí mismas: “
¿Qué sentido tiene, si con este cuerpo no sirvo para…?”. ¡Concentran el odio en su propio cuerpo. En un nivel están diciendo que si fueran más delgadas, entonces las amarían, pero eso no funciona.
Nada funciona desde afuera. La clave es la aprobación y la aceptación de uno mismo.
La artritis
Es una enfermedad que se origina en una constante actitud de crítica. En primer lugar, la persona se critica a sí misma, pero también critica a los demás.
Los artríticos suelen ser muy criticados, porque su propio estilo es criticar; entonces cargan con la maldición del “perfeccionismo”, es decir, con la necesidad de ser perfectos siempre y en cualquier situación.
¿Conoces a alguien en este planeta que sea “perfecto”? Nosotros no. ¿Por qué nos imponemos normas que nos exigen que seamos “superpersonas” para sentirnos apenas aceptables?
Ésta es una expresión muy fuerte del “no sirvo”, y es una carga pesadísima de llevar.
El asma
Decimos que es un “amor que sofoca”. La persona tiene la sensación de no tener derecho a respirar por su cuenta.
Los niños asmáticos suelen tener una “conciencia sobredesarrollada”; asumen las culpas de todo lo que anda mal en su medio, se sienten “indignos”, no valiosos y, por consiguiente, culpables y merecedores de castigo.
A veces, el cambio de clima cura a los asmáticos, especialmente si no los acompaña la familia 🙂
En general, al crecer, los niños asmáticos “dejan atrás” su enfermedad, lo que en realidad significa que se van a estudiar a otra ciudad o a otro país, se casan o por algún otro motivo se van de casa, y la enfermedad se disuelve.
Con frecuencia, más adelante pasan por alguna experiencia que vuelve a accionar aquel antiguo interruptor que llevan dentro, y entonces tienen otro ataque.
Cuando eso sucede, en realidad no es una respuesta a las circunstancias del momento, sino más bien a lo que solía sucederles en su infancia.
Abscesos, quemaduras, cortes, fiebres, llagas, “itis” e inflamaciones diversas
Son, todos, indicios de una cólera que se expresa en el cuerpo. Por más que intentemos suprimirlo, el enojo encontrará maneras de expresarse. Hay que dejar salir la presión acumulada.
Nuestro enojo nos da miedo porque sentimos que podemos destruir nuestro mundo, pero es algo que se puede liberar simplemente diciendo: “Estoy enfadado por esto”.
Es verdad que no siempre podemos decirle algo así a nuestro jefe, pero podemos aporrear la cama o vociferar en el coche cerrado o jugar al tenis, que son maneras inofensivas de descargar tísicamente la cólera.
Es frecuente que las personas con tendencias espirituales crean que “no deberían” enojarse.
Ciertamente todos nos esforzamos por llegar al momento en que ya no culpemos a nadie por nuestros sentimientos.
Pero mientras no hayamos llegado a ese punto, es más saludable que reconozcamos qué es lo que sentimos en un momento dado.
El cáncer
Es una enfermedad causada por un profundo resentimiento contenido durante muchísimo tiempo, hasta que literalmente va carcomiendo el cuerpo.
En la infancia sucede algo que destruye nuestro sentimiento de confianza.
Esta es una experiencia que jamás se olvida, y el individuo vive compadeciéndose de sí mismo y se le hace difícil cultivar y mantener durante mucho tiempo relaciones significativas.
Con un sistema de creencias así, la vida se muestra como una serie de decepciones.
Un sentimiento de desesperanza, desvalimiento y pérdida se adueña de nuestro pensamiento, y nada nos cuesta culpar a otros de todos nuestros problemas.
La gente que tiene cáncer, además, es muy autocrítica. Para mí, la clave de la curación del cáncer está en amarse y aceptarse.
El exceso de peso
Representa una necesidad de protección.
Tratamos de protegernos de heridas, agravios, críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de las insinuaciones sexuales de un miedo general a la vida, y también de miedos específicos.
Luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto como se las interrumpe, el peso vuelve a aumentar.
Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la vida y depositar su segundad interna en el conocimiento del poder de su propia mente son los elementos básicos de la mejor dieta que conozco.
Póngase a dieta de pensamientos negativos, y el problema del peso se resolverá solo.
Demasiados padres y madres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se soluciona atiborrándolos de comida.
Estos niños, cuando crecen, cada vez que tienen un problema se quedan hipnotizados ante el frigorífico abierto, diciéndose: “No sé bien qué es lo que quiero”.
El dolor
Cualquier clase de dolor es una indicación de culpa. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo crea dolor.
El dolor crónico proviene de una culpa crónica, con frecuencia tan profundamente sepultada que ya ni siquiera tenemos la menor conciencia de ella.
El sentimiento de culpa es una emoción totalmente inútil, que jamás hace que nadie se sienta mejor ni modifica para nada una situación.
Tu “sentencia” ya se ha cumplido, de manera que déjate salir de prisión. Perdonar no es más que soltar, dejar partir…
Las embolias
Las provocan coágulos de sangre, una congestión en el torrente sanguíneo que al llegar al cerebro interrumpe el aprovisionamiento de sangre a una zona cerebral.
El cerebro es el ordenador del cuerpo. La sangre es júbilo. Las venas y las arterias son canales por donde circula esa alegría.
Todo funciona bajo la ley y la acción del amor. Hay amor en cada chispa de inteligencia que brilla en el Universo. Es imposible trabajar y funcionar bien sin sentir amor y júbilo.
El pensamiento negativo produce atascos en el cerebro, y así no queda margen para que el amor y el júbilo fluyan libre y abiertamente.
La risa sólo puede fluir de un modo natural, y lo mismo pasa con el amor y el júbilo. La vida no es hosca y ceñuda, a menos que nosotros la hagamos así, a menos que decidamos verla así.
Podemos encontrar un desastre total en una mínima molestia, y un pequeño motivo de júbilo en la mayor de las tragedias. De nosotros depende.
A veces intentamos obligar a la vida a que vaya en cierta dirección que no es la adecuada para nosotros.
A veces nos creamos “ataques” para obligarnos a tomar una dirección totalmente diferente, a reevaluar nuestro estilo de vida.
La rigidez en el cuerpo
Representa rigidez en la mente. El miedo nos empuja a aferrarnos a viejas modalidades, y se nos hace difícil ser flexibles.
Si creemos que no hay más que una manera de hacer algo, no será raro que nos volvamos rígidos. Siempre se puede encontrar otra manera de hacer las cosas.
Fíjate en qué lugar del cuerpo se produce la rigidez, búsquelo en la lista de patrones mentales y allí verá en qué “lugar mental” se está volviendo inflexible y rígido.
La cirugía
Es buena para curar huesos rotos y remediar accidentes y para estados que ya no se pueden solucionar de otro modo.
En estas condiciones, puede ser más fácil operarse y concentrar todo el trabajo curativo en conseguir que la afección no vuelva a repetirse.
Abundan cada día más los profesionales médicos que están verdaderamente consagrados a ayudar a la humanidad.
Cada vez más médicos se vuelven hacia las orientaciones holísticas, que buscan curar a la persona como totalidad.
Y sin embargo, la mayoría de ellos no trabajan con la causa de ninguna enfermedad; se limitan a tratar los síntomas, los efectos. Y esto lo hacen de dos maneras: envenenando o mutilando.
Si acudes a un cirujano, generalmente te recomendará que te operes.
Sin embargo, si la decisión quirúrgica ya está tomada, prepárate para la experiencia de tal manera que transcurra con las menores complicaciones posibles, y que te cures tan rápidamente como sea posible.
Pídeles al cirujano y a su equipo que colaboren contigo en este aspecto.
Con frecuencia, en el quirófano, los cirujanos y sus ayudantes no se dan cuenta de que, aunque el paciente esté inconsciente, en un nivel subconsciente sigue oyendo y entendiendo todo lo que se dice.
Puedes formularte afirmaciones como:
“Cada mano que me toca en el hospital es una mano dotada del poder de curar y que no expresa otra cosa que amor” y “La operación se realiza fácil y rápidamente, con un resultado perfecto”.
También te puedes decir:
“Me siento perfectamente cómodo durante todo el tiempo”.
Después de la operación, procura escuchar a menudo música suave y agradable, y dite:
“Estoy curándome rápida, fácil y perfectamente, y cada día me siento mejor”.
Si puedes, grábate un audio con una serie de afirmaciones positivas y escúchalas una y otra vez mientras descansas y te recupera en el hospital.
Atiende a las sensaciones, no al dolor. Imagínate que el amor fluye de tu corazón, desciende por los brazos y llega a las manos.
Ponte las manos en la parte que está curándose, y dile que la amas y que estás ayudándola a que se ponga bien.
Las hinchazones del cuerpo
Representa atascos y estancamientos en el estado emocional. Nosotros mismos nos creamos situaciones en que nos “hieren” y nos aferramos luego a su recuerdo.
Con frecuencia las hinchazones representan lágrimas contenidas que sentimos como algo enquistado, o provienen de culpar a otros por nuestras propias limitaciones.
Renuncia al pasado; déjalo que se vaya y recupere su propio poder. Deja de estar pendiente de lo que no quieres, y usa tu mente para crear lo que “sí quieres”. Déjate llevar por la marea de la vida.
Los tumores
Son falsos crecimientos.
Si a una ostra le entra un granito de arena, para protegerse lo rodea de un revestimiento duro y brillante. Somos nosotros quienes lo llamamos “perla” y lo consideramos hermoso.
Si nos encarnizamos con una vieja herida, la cultivamos y no la dejamos cicatrizar, con el tiempo se convertirá en un tumor.
Es como pasar una vieja película. Y creo que la razón de que las mujeres tengan tantos tumores en el útero es que se centran en un golpe emocional que ha afectado a su feminidad y lo cultivan.
Es lo que podemos llamar el síndrome de “Él me ha dañado.”
El hecho de que una relación se acabe no significa que nada ande mal en mí, ni disminuye mi valor intrínseco.
Lo que importa no es lo que sucede, sino cómo reaccionamos ante ello. Cada uno es responsable en un ciento por ciento de sus experiencias.
¿Qué creencias sobre ti mismo necesitas cambiar para atraer a tu ámbito vital formas de comportamiento que expresen más amor?

Ejercicio
En el ejercicio del Día 21 del Tratamiento Metafísico para la Salud haremos un recorrido por estas partes de tu cuerpo.
Chequea tu piel y los problemas de salud generales
En base a lo leído…
¿Qué síntomas, dolencias o enfermedades estás manifestando y qué interpretación le das? ¿Qué modelos mentales o emocionalidades pueden estar desencadenando el malestar?
¿Cuáles serían los modelos mentales o emocionalidades contrarios que puedes adoptar para obtener tu salud perfecta?
¿Qué has descubierto hasta el momento sobre la relación entre tus modelos mentales y tu salud?
Cierre: Tratamiento de Sanación Interior
Cerramos el Día 21 del Tratamiento Metafísico para la Salud con el Tratamiento de Sanación Interior.
Relee este tratamiento varias veces por día.
En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, completo y entero.
Reconozco que mi cuerpo es un buen amigo.
Cada una de sus células contiene la Inteligencia Divina.
Yo escucho lo que me dice y sé que su consejo es válido.
Estoy siempre a salvo, bajo la guía y la protección divina, y elijo vivir en salud y ser libre.
Todo está bien en mi mundo.
Día 21 finalizado y finalizado el Tratamiento Metafísico para la Salud. Felicitaciones!!
Más abajo, vas a tener algunos anexos que complementan al mismo. Hasta pronto!