Los sentidos y la intuición son nuestro radar para captar las mejores direcciones. Descubre más sobre ellos en este artículo!
Aunque a veces nos cueste creer o neguemos la información que ellos nos brindan, nuestros sentidos son bastante precisos a la hora de actuar.
Muchas veces nos enfrentamos a situaciones nuevas, en las cuales, todo dato sirve para sacar conclusiones y establecer un concepto; como puede ser conocer una persona, un empleo nuevo, etc.
Estar interesada en alguien que nos provoca serias dudas, con respecto a su personalidad, ya sea por algún dato visual o auditivo. Suele pasar. ¿Pero qué hacemos con esos datos visuales?
Estos datos son enviados de inmediato al sistema intuitivo, donde son analizados para tomar las mejores decisiones.
Una vez obtenido el veredicto, el asunto es creer o reventar. Creer en tu organismo o esperar al desenlace, indefectiblemente a su favor.
Datos del radar (los sentidos) > Sistema intuitivo (procesamiento de la información) > Veredicto (o resultado obtenido) > Acción (camino a seguir).
A veces la baja autoestima, nos puede hacer dudar de que este sistema funcione. Por eso, para lograr ser personas prácticas y seguras deberíamos sentir:
“Confío en mis sentidos e intuición y actúo en consecuencia”.
Son las tres patas para lograr una acción eficaz.
Si estas en ese momento de tu vida en que necesitas un cambio, porque todas las elecciones que has hecho en tu vida, han sido erróneas, has sufrido mucho y siempre das con las personas y/o profesiones equivocadas, vas por los caminos más largos hacia tu felicidad y ya no sabes qué hacer… es tu momento.
Momento de confiar. Momento de permitirnos lo que antes rechazábamos y viceversa. No sé por qué un día rechazamos la magia de vivir, de ser quien somos.
El miedo al rechazo podría ser una opción. Igualmente, uno no puede ser otra persona por mucho tiempo, según nosotros para “agradar a otros”.
Seguramente, esa “gente” que está esperando que seas como eres, porque es más lindo.
Porque en algún momento de nuestra vida rechazaron nuestra personalidad (por envidia, celos, etc.) no podemos dejar todo…y dudar de todas las instancias decisivas que se crucen en el camino.
Pero sí, una cosa lleva a la otra. Empezar a dudar de uno, en algo, es el principio de una forma de vida. Esa pequeña duda se transforma en… dudar de uno mismo, y eso ya, es cosa seria.
Transformemos las dudas en seguridades, aunque sea las más pequeña, y verás cómo tu persona, de la noche a la mañana, serás esa persona segura que esperabas encontrar hace años.
Ya no tendrás que lidiar con malas decisiones, de ahora en más solo serán las acertadas. Tomarás la vida con garras de león, y serás un triunfador/a y ejemplo de vida para ti mismo y para muchos.
Sácate la duda… y entrará la seguridad. Nuevo contrato:
“Mis sentidos y mi intuición funcionan bien, como todo mi organismo.”
Natalia Fel