En este artículo te explicaremos Cómo puedes Resolver Conflictos y Problemas con tus Hijos, ya sean estos Niños o Adolescentes.
¿Hay algo que no te gusta de tu hijo? ¿Quieres que cambie? ¿Te molesta excesivamente algún determinado comportamiento? ¿Lo has intentado todo y nada te funciona? Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, este artículo es para ti.
Antes de empezar, quiero decirte, que si estas ideas rondan por tu cabeza, implica que hay un juicio de desaprobación a tu hijo, al no aceptarlo como es, y por tanto, estás emocionalmente separado de él.
Esta desconexión tú la originas. Si prestas atención a éstas observaciones, descubrirás que hay algo en ti mismo que no aceptas.
Ya que los hijos son nuestro fiel reflejo y proyectamos de manera inconsciente en ellos, la parte que no queremos ver de nosotros mismos.
Para solventar estos conflictos que producen alteraciones en tu vida, te sugiero seguir los pasos propuestos a continuación.
Al final de cuentas, no tienes nada que perder, pero si mucho que ganar. Inténtalo y verás los resultados positivos que obtendrás.
Antes de Resolver Problemas con tus Hijos, Conéctate Contigo Mismo
Asume quién eres, haz consciencia de lo que piensas, de lo que sientes, de cómo actúas y responsabilízate de ellos.
Tienes la oportunidad de resolver a través de tus hijos aquellos problemas que no has tenido el coraje de afrontarlos por ti mismo.
Engánchate Energéticamente con tu Hijo
Observa, analiza y saca tus conclusiones del diálogo interno que tienes sobre tu hijo. Haz la decisión consciente de cambiar esos conflictos, lo cual no viene naturalmente. Lo que pasó en el pasado no cuenta.
Hoy es un nuevo día que nos abre nuevas posibilidades, ya que la solución está en el presente, y aunque, no puedas cambiar el pasado, si puedes sacar lecciones aprendidas del mismo.
Pregúntate, ¿Qué me gusta de mi hijo? en vez de, ¿Qué quiero que mejore?¿Para qué? en vez de ¿Por qué? Crea una nueva imagen de tu hijo, escribiendo todas las cosas buenas de él.
Conéctate a través del amor, eleva intencionalmente esa energía positiva que debes mantenerla hoy y siempre. Carl Yung con su frase…
“Lo que resiste, persiste”
… ilustra apropiadamente el significado de esto.
Si te enfocas en el comportamiento de lo que no te gusta, estas dando atención y fuerza a esa clase de comportamiento y lo maximizas.
Cambia por tanto el enfoque. No mires el problema, sino lo que quieres. De esta manera, estás ordenando a tu cerebro expandir lo que a ti te gusta.
Empieza por el final, ¿Qué es lo que quieres que tu hijo sienta?, ¿Qué aprendizaje a largo plazo quieres dejarle? Y no ¿Cómo hago para cambiarlo?
Las preguntas correctas pueden ayudarte a encontrar el camino, ya que te ayudarán a conocerte a ti mismo, mejorando además una herramienta útil para tomar consciencia de la realidad.
Cuando tengas la visión clara de lo que quieres trasmitirle, lo que te gusta a ti de él o ella, mantenla en el tiempo.
Para lo cual te puedes ayudar escribiendo todos los días, algún detalle que te gustó o que sentimiento positivo tienes al respecto.
Estas prácticas, te permitirán asociarte con tu hijo a través de sentimientos de amor, de respeto y admiración. Conectarse de esta manera, eleva intencionalmente esa energía positiva que te permitirá llegar a tu hijo de una manera diferente.

Actúa desde el Amor
Antes de que te exasperes de algún comportamiento de tu hijo, respira profundamente y conéctate con la zona racional de tu cerebro.
Mira la situación, acéptala tal y cómo es, pero cambia conscientemente la percepción, dale un significado positivo.
Por ejemplo: si te grita y se rehúsa a obedecerte, en vez de deducir que te está faltando el respeto, piensa que quiere llamar tu atención, pero no tiene las herramientas necesarias para hacerlo de una manera correcta.
No importa, si ese no es el caso. ¿Prefieres tener la razón o equivocarte intencionalmente para aprovechar la oportunidad como un aprendizaje?
Ten en cuenta que en ningún momento estoy sugiriendo que no lo eduques o deje de tener las consecuencias naturales por dicha acción.
Lo que quiero proponerte, es que lo hagas de manera flexible, sin lastimarlo, independientemente de la táctica que hayas decidido emplear y para eso, necesitas actuar desde el inicio con amor y no con miedo.
De esta manera, tu respuesta será completamente diferente y tendrás mayor oportunidad de conectarte con él.
Ya que si te enfocas en el comportamiento que no te gusta, estas dando atención a esa clase de proceder y lo maximizarás.
Luego pasa al plano físico a través de la comunicación asertiva. Olvida los sermones, pon atención a sus sentimientos, no olvides que siempre hay dos lados de la historia.
Atrévete a mirar desde su punto de vista, escucha con todos sus sentidos. Qué es aquello que no se atreve a expresarte.
Déjalo hablar sin interrupciones, sé consciente de su estado emocional y si está alterado, dale su espacio. ¡Siente antes de actuar!
Persiste en el Tiempo
Queremos todo rápido, dale una pausa, ten paciencia. Los grandes cambios no se dan de la noche a la mañana.
Recuerda que el secreto está en tu enfoque. Conéctate primero contigo mismo, de esa manera podrás vincularte apropiadamente con tu hijo.
Empieza por el nivel energético, para luego pasar al plano físico. Atrévete a experimentar tu propio cambio, al fin y al cabo, solo tú, tienes control sobre ti mismo.
Empieza por controlar tu mente e influir pensamientos y emociones positivas y comprométete a mantener esta actitud a lo largo del tiempo.
Que ésta sea el nuevo enfoque y una nueva manera de ver y educar a tu hijo. Sólo depende de ti, que este viaje que estas realizando a través de la paternidad, sea la experiencia más extraordinaria de tu vida.
Vivir consciente y superando los miedos.
Autora: Yhovana Carrion
Facebook: https://www.facebook.com/mentEmocional
¿Y qué has aprendido acerca de Resolver los Problemas con tus Hijos? Por favor, déjanos tu comentario 🙂
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Gracias gracias gracias 🙏 exactamente era lo que estaba buscando!! 🤗