¿Qué es el Equilibrio Emocional y cómo se puede Recuperar? En este artículo te respondemos esta y otras preguntas.
Nuestro eje, nuestra columna, lo que nos sostiene, lo que nos equilibra. Quién alguna vez no sintió como si anduviera a tientas. O tal vez como si se hubiera perdido en el camino.
Veníamos caminando muy tranquilos en un rumbo y de repente, sin darnos cuenta, estamos del otro lado, sin saber cómo regresar. ¿Qué pasó? ¿Qué hice que ahora estoy aquí?
Justamente, algo distinto estamos haciendo para sentirnos así. Cuándo cambiamos de rumbo inesperadamente, es posible que esto suceda.
Cambiar de actividad, de trabajo, de barrio, ciudad, personas con las que convivimos, etc. Nos parecen cosas sencillas pero no siempre es así.
Todos tenemos una historia, una forma de hacer las cosas, o en la que nos sentimos más cómodos. Cuando nos sentimos desbalanceados, tenemos que pensar en volver al viejo sistema.
A veces parece divertido cambiar, o a veces la vida nos obliga a hacerlo, pero siempre se puede volver al primer amor, el que nos hizo bien, el que nos dejó ser quien somos.
No todas las profesiones nos otorgan la oportunidad de nadar como pez en el agua. Por ejemplo: un profesional reconocido, si tendría que dejar de serlo, para ganarse la vida cociendo delantales, posiblemente pierda su eje aunque gane dinero.
No es este último el que nos equilibra, hay algo más allá. Son los logros personales. Esos que desde que nacimos estamos añadiendo a nuestra lista de cosas aprendidas y las que también ahora enseñamos.

Deja que Fluya el Amor
Pero cuando esa lista o ese camino se ve truncado, sin avanzar, es cuando perdemos el eje. Cuando nuestros dones se ven acallados, o desvalorizados… también lo perdemos.
No importa si los demás no le dan valor. El eje es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Los de afuera son de palo. Si dejamos de creer que podemos, si ya no nos entendemos, “nos perdemos”.
Buscar el eje, es buscarse uno mismo… pero de verdad. En lo profundo, donde hay sangre que fluye, que vibra. Donde hay pasión por lo que hacemos.
Donde amamos más, esas zonas internas son las que nos llevan directo a nuestra columna vertebral espiritual. Así como el cerebro necesita emociones para aprender, para vivir también.
Sin emociones no hay nada, sin amor tampoco. El amor es una emoción, es querer algo. Ese querer, nos lleva a hacer, y la energía fluye de manera natural.
Cuidemos nuestra salud desde el alma, desde la mente, desde valorar lo que somos, rescatar lo que vinimos haciendo durante esos años “perdidos” que nos hicieron tanto bien… volvamos a lo que hacíamos, lo que nos hacía luchar por el día a día.
Retoma eso que te hace feliz, de a poco aunque sea. Juega a tu deporte favorito, dedica algunas horas a la semana a ese hobby tan querido, y todo se resolverá rápidamente.
Busca tu pasión… busca tu eje. Comparte tu vida con esas personas con las que fluye el amor y la admiración fácilmente. Encontrarás tu eje como sin querer.
Natalia Fel
Website: nataliafel.blogspot.com.ar
FB: www.facebook.com/nataliafelpoemas
¿Qué has aprendido acerca de Recuperar el Equilibrio Emocional? Por favor, déjanos tu comentario 🙂
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