La manera más fácil de entra en conexión directa con la fuente que nos ha creado es a través de la Magia del Silencio. Es cuando entramos al campo de toda posibilidad y podemos reconectarnos para convertirnos en uno con la divinidad.
Durante siglos se nos ha enseñado de manera errónea a creer en un Dios separado y personal, cuando en realidad la fuente es a personal. Radica en nuestro interior y es a través del silencio que hacemos contacto con la energía que nos ha creado.
Cuando hacemos oración para comunicarnos con la divinidad lo ideal es aplacar la mente para poder recibir las respuestas. O la información que estamos solicitando para resolver alguna situación que nos esté sucediendo en nuestra vida.
Cuando entramos en silencio se abren las compuertas del campo cuántico. Y podemos entrar en la cuarta dimensión, que es donde lo inmanifiesto se vuelve manifiesto.
La conexión con la fuente sucede cuando el observador se convierte en el observado.

¿Pero como le puedo hacer para mantener mi ruidosa mente en la Magia del Silencio?
No tienes que hacer nada para detenerla, solo tienes que observarla como un testigo mudo, sin juzgarla, no intentar resistirte a su mitote.
De esta manera te disocias de tu mente, en realidad tú no eres tu mente. Solamente los pensamientos te están sucediendo debido a las creencias que se han formado en tu subconsciente.
Dedica de 5 a 10 minutos por la mañana y por la noche a practicar el silencio mental. Y pronto comenzarás a notar que comienzan a formarse las sin cronicidades en tu vida.
Poco a poco puedes comenzar a aumentar el tiempo, para que tu día sea meditativo y que tu frecuencia se eleve. Recuerda que tus pensamientos generan tus frecuencias. Y, si te encuentras la mayor parte del día con pensamientos negativos, solamente estarás emitiendo esa frecuencia al Universo. Y sólo experimentaras experiencias negativas en tu vida.
Pero, cuando entras en el silencio, tu frecuencia se eleva en automático. Y el Universo presentara en tu vida todo lo que este alineado con la frecuencia elevada en la que te encuentras.
Otro ejercicio que puedes hacer es enfocarte solamente en tu respiración, la mente no puede estar en dos lugares a la vez, o está volando en pensamientos recurrentes o está enfocado en el aquí y el ahora.
Y enfocarte en tu respiración es algo que está sucediendo en momento presente. Y puedes hacer de este ejercicio un aliado en esos momentos en que tu mente se encuentra orbitando de un lugar a otro.
Recuerda comenzar con 5 o 10 minutos y de manera paulatina aumentar el tiempo
En mi libro Concedido explico con más detalle el cómo puedes aprovecharte del poder del silencio. Para que eso que deseas aterrice en tu plano físico.
Gracias por pertenecer a mi universo y gracias por permitirme entrar al tuyo.
Arturo Rivera
Escritor BestSeller
Puedes seguir leyendo “Tú No Eres Tu Mente: Tres pasos para aplacar tu mente y manifestarlo todo”.
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