Para Crecer hay que Saber Decir Adiós. ¿Qué pasaría si te detuvieras hoy, precisamente ahora, a pensar en todas las personas que formaron parte de tu vida y ahora ya no están a tu lado?
¿Qué sentimientos te surgen? ¿Recuerdas a todos? ¿Qué significaron ellos para ti? Seguramente cuándo partieron (de manera física o no) dolió muchísimo si eran muy importantes para ti.
Algunos capítulos fueron más fáciles de terminar y, otros tardaron años, costando más que sane el dolor causado por la ausencia.
Lo cierto es que todavía falta que lleguen más etapas… ¿Cómo estás preparado para pasar por ellas? Somos seres humanos iguales, que podemos aprender todo el tiempo.
Aunque estemos parados en distintos escalones, tengamos diferentes condiciones de vida, poseamos creencias y culturas disímiles, nuestro fin es el mismo: nacer, crecer y morir.
Entonces… ¿Cuánto tiempo vas a dejar pasar para salir al exterior y hacer realidad tus anhelos más preciados?
Si algo aprendí, a lo largo de todo este recorrido, es que nadie depende de nadie así como nada material nos da la felicidad (que es sólo momentánea). ¡Lo verdaderamente lindo de la vida, no se toca, se siente!
Tal vez, hasta en ocasiones ni se mire, porque esos momentos son tan hermosos que nos hacen cerrar los ojos y nos dejamos llevar por el resto de los sentidos…
¿Te acuerdas de algún momento así?
Haz el intento, no importa la cantidad de episodios que rememores, piensa en la calidad de eso que viviste, rememora lo que te haga sonreír, suspirar, emocionarte.
Y, trata de revivirlos con la misma alegría o pasión de aquella vez. Permítete volver al pasado sólo para darte cuenta que nada hecho fue en vano.
Pudo haber salido bien o no, pero tuvo un gran motivo seguro. El haber dejado huellas en diversas personas, nos da la pauta que la vida es mejor si se comparte.
Busca con quiénes poder disfrutar tú valioso tiempo, rodéate de gente que te haga bien, que no te lastime verbal ni físicamente, que sea un ejemplo a lo largo de toda tú vida.
Así, estarás en condiciones de seguir adelante y culminar lo que sea necesario para poder seguir escribiendo tú propia historia. Debemos ser agradecidos por todo lo que vivimos.
Gracias a los que ya no están, pero que alguna vez estuvieron cerca, gracias a los que siguen estando, juntos a la par y, gracias porque habrá próximos que caminarán a nuestro lado.
No lo olvides: decir adiós es crecer.
Por Dana Plaza
www.pasionyamorenletras.com.ar