La agresividad verbal es un mal social, puede que estés trabajando de dependienta o simplemente de cara al público.
Estoy segura que te has encontrado con más de una persona que ni siquiera te ha dado los buenos días o las buenas tardes antes de empezar a hablarte. Pero te ha pedido que le resolvieras una circunstancia y de manera apremiante.
Otras veces es la postura física lo que hace que intuyas la agresividad, solo les hace falta dar golpecitos con el pie en el suelo para que tú sepas que hay que atenderles de inmediato o golpecitos con una mano en el mostrador.
En estas y otras muchas circunstancias no hay que ceder, cuando una persona nos llega con un nivel de ansiedad alto y nos intenta provocar agresividad para descargarse hay que bajar nuestro nivel de tensión, de tal manera que no llega a producirse la discusión buscada.
Si por el contrario dejamos que la rabia nos invada por culpa de los improperios de este tipo de personas acabaremos entrando en su juego y acabaremos discutiendo con ellas. Es mejor tomar una actitud relajada aunque nos cueste más esfuerzo.
Las discusiones salvo que sean constructivas es mejor evitarlas, discutir genera mal estar en ambos sentidos, un buen consejo que sirve para razonar y tomarse con calma muchas circunstancias molestas es la idea de que todo lo que pensamos lo podemos decir, sólo hay que decirlo con buenos modales.
Por ejemplo si alguien nos insiste demasiado en un tema y no queremos que siga dándonos la lata la actitud es asentir con la cabeza y decir que le has entendido, luego puedes tomar una actitud de evasión.
Si es algo que no puedes evitar como una conversación con un jefe debes asentir, hablarle y razonar. A no ser que ni siquiera te den esta opción. Es mejor en estas circunstancias dejar hablar hasta que se cansen, porque si buscas razonar con ellas solo te encontraras buscando explicaciones absurdas para calmarlas y que te dejen de molestar y su impaciencia crecerá.
Siempre que se entable una conversación con una persona que utiliza agresividad verbal debemos tener en cuenta que esa persona no se dirige a nosotros porque seamos nosotros simplemente no tiene con quién hablar. Busca una persona con la que descargar su frustración y en vez de encolerizarnos con ella deberemos sentir pena, es triste que haya personas que no puedan contar sus problemas a alguien y tengan que maltratar verbalmente a gente que no conocen.
Todo esto es trabajo que debemos desarrolla y cuidar para sentirnos bien nosotros, de esta manera podremos continuar nuestra actividad como si tal conversación no hubiera existido. No hay que dar importancia a personas que no entran en nuestro círculo de confianza.
Decir lo que pensamos sirve para no guardar mal estar y que nuestra inteligencia emocional sepa cómo actuar en estas circunstancias. Ver estas ocasiones como ejercicios de aprendizaje nos servirá para ver su parte más positiva. Recuerda siempre positividad.
Autora: Miriam de Juana Ortín
WebSite: https://www.facebook.com/MiriamDeJuanaOrtin
Buen consejo, aunque creo que se debiera ahondar en este tema que es tan importante hoy en donde nuestra sociedad es tan estresada y competitiva. Aprender técnicas y usar pensamientos que nos permitan librarnos de situaciones de este tipo y no tener que sufrir el dolor de sentirnos dañados u ofendidos. Gracias