Generalmente el ser humano respira sólo lo necesario para subsistir sin darse cuenta de que en la respiración se oculta una increíble fuerza vital.
La misma nos ayuda a revitalizar nuestro cuerpo, avanzar más rápido, crecer con más facilidad, traernos bienestar, incluso nos evitaría muchas de las enfermedades a las que estamos acostumbrados a sufrir.
Por ello hay que aprender a respirar con nuestros tres puntos principales: el abdomen, el tórax y la clavícula.
Respiración Abdominal
Sitúa tus manos sobre tu parte abdominal e intenta inflar la barriga mediante la inspiración, como si tuvieras una pelota en el vientre.
Después, mediante la espiración desinfla esa “pelota” lentamente.
Respiración Torácica
Sitúa tus manos sobre tu tórax (en el pecho) y, mientras inspiras, comprueba que la zona pulmonar se ensancha y sale hacia afuera y que, mientras espiras, vuelve a su posición original.
Respiración Clavicular
Posa tus manos sobre la clavícula (un poco por encima de tu pecho) y observa cómo, al inspirar, esa zona se sube y, al espirar, se baja.
Una vez que te hayas familiarizado con cada tipo de respiración, intenta realizar en un ciclo completo de inspiración (abdominal-torácica-clavicular) y espiración (clavicular-torácica-abdominal) siete veces antes de levantarte de la cama por las mañanas y siete veces al acostarte por las noches, lo más lento y profundo que te sea posible, sin sensación de ahogo. No fuerces si no puedes.
Controlando la Respiración
La respiración es muy importante para el bienestar interior, además un correcto flujo asegura una meditacin bien hecha.
Asi pues, te recomendamos que practiques la siguiente pauta que te proponemos hasta conseguir que tu respiración profunda sea fácil y casi automática.
Esto es lo que debes hacer:
Paso 1
- Comienza por inspirar en respiración completa como te enseñamos en el ejercicio anterior, contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 .
- Después, contén la respiración contando 1, 2, 3, 4 .
- Y por último, espira contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8.
- Repite el proceso hasta que seas capaz de realizarlo con naturalidad.
Paso 2
- Cuando seas capaz de dominar el paso anterior, volverás a concentrarte esta vez realizando el siguiente ciclo respiratorio:
- Inspiras contando mentalmente 1, 2, 3, 4.
- Contienes la respiración contando 1, 2, 3, 4.
- Y espiras contando 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 .
- Notarás que ahora tienes que aspirar más profundo para luego ir soltando el aire necesario para llegar hasta el 8. Practica hasta que lo domines.
Paso 3
- Cuando hayas dominado el anterior, seguirás con lo siguiente:
- Inspiras profundamente contando 1, 2, 3, 4.
- Mantienes la respiración contando mentalmente 1, 2, 3, 4.
- Y espiras contando 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16.
- Repite el proceso hasta que lo domines.
Paso 4
- Ahora cuando hayas dominado el paso anterior, llegamos por fin al resultado final que deberás controlar perfectamente y que podrás utilizar siempre que quieras para relajarte, para visualizar, para meditar, etc. El proceso es el siguiente:
- Aspiras contando mentalmente 1, 2, 3, 4.
- Contienes la respiración contando mentalmente 1, 2, 3, 4.
- Y espiras contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32.
Mientras estás aprendiendo cada paso, tómalo con calma y repítelos varias veces hasta que sientas que los controlas, pero si observas que te mareas o que te encuentras mal, déjalo hasta después de ocho horas. Ten en cuenta que vas a oxigenar mucho el cerebro y, como no estás acostumbrado, te puedes marear.
Pon a prueba ahora estos ejercicios y luego cuéntanos cómo te ha resultado 🙂